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Construcción de una plaza en Baracaldo, Vizcaya, España
Año 2008

    Plaza en Baracaldo, Vizcaya, España

    Concurso 2004. 1er premio

    El espacio interior de una manzana,suele ser, por lo general, un espacio triste y sombrío. Pensamos que una manera de resolver el problema consiste en facilitar el acceso público, bajándolo casi a cota de la calle. De este modo se lograría una conexión visual e, incluso, la incorporación al mismo de los espacios diáfanos bajo los edificios. Lo peor para los habitantes de una manzana cerrada es la sensación de ver tan solo al vecino de enfrente, sin la lejanía que abre la perspectiva de una calle. Esto puede ser paliado, por la visión de un suelo atractivo y alegre. La idea de un cuadro gigantesco, como visión de fondo: Algo que provoque la distracción al asomarse a la ventana invitándole a visitarlo en los momentos de ocio. En un lugar donde el sol escasea contemplar un espacio lleno de color representa un gran atractivo.

    El espacio se organiza a dos niveles, con una leve diferencia de 45 cm. de profundidad entre ambos. La superficie estancial, se abre como una grieta en el suelo ajardinado, manifestando la existencia de un «estrato» profundo de apoyo y provocando una tensión entre ese «vacío» y los «llenos» circundantes. Como pavimento de borde, se ha escogido el «klinker» cerámico, para el espacio estancial, se ha utilizado el adoquín portugués en gris para los paños centrales y blanco para las bandas. Para las áreas ajardinadas, plantaciones diversas, siempre de baja altura. Se ha pensado en especies de diversos colores , estacionales y perennes, así como en arenas y piedras de colores. Se ha buscado que la iluminación permanezca oculta bajo los bancos, buscando en este caso la elegancia y la discreta presencia de los aparatos.

    Autor: José Ignacio Linazasoro
    Colaboradores: Ricardo Sánchez González, Hugo Sebastián de Erice